Las cevicherías son toda una institución en Lima. Gastón Acurio las ha llevado al máximo nivel con este La Mar, que respeta las tradiciones: no abre por la noche y no se reserva mesa. Esto último hace que casi siempre haya una larga cola de gente esperando pacientemente en la puerta. Por lo que queda dremostrada la calidad de sabor en sus platillos.
La Mar es un restaurante que le gusta a los comensales y Gastón ha sabido crear una multitud de negocios que ha ido levantando poco a poco en Lima; este es el más sólido y también el más consecuente. Un comedor que no decepciona y que lamentablemente no se encuentra abierto ninguna noche del año.
En su carta, un compendio de la cocina más tradicional peruana bien puesta al día. Desde el despliegue inicial de impecables y frescas salsas de rocoto, de ají amarillo o huacatay, y siguiendo por unos ceviches de altísimo nivel: el clásico de lenguado, de conchas negras, de erizo, de camarones, de langosta y cangrejo, de atún con ají amarillo. En todos estos manjares va una leche de tigre, que es el aliño de estos ceviches, verdaderamente magnífica. También cuenta con tiraditos como el de pejerrey, un pescado muy parecido a la anchoa.
La originalidad en su espacio, hacen que el disfrute de sus platos sea agradable, relajado y armonioso, encerrando el concepto de la mejor cevichera del Perú. El frescor de unos pescados que exhiben sus carnes tersas y poderosas, se apodera de tu vista y de tu olfato ,ya que la aplicación del limón justo en el momento de servirlo lo dispara como un plato infalible.
No falta otra de las elaboraciones más populares de Perú, la causa, un puré de papa con ají amarillo sobre el que se pone cualquier cosa: camarones, pulpa de cangrejo, pejerrey con salsa criolla. Asimismo, la parihuela, un guiso de pescado tradicional que en La Mar hacen con pez cabrilla y también tenemos un pez diablo frito entero y acompañado con arroz chaufa. Un festival de sabores, de sensaciones, de disfrute gastronómico con la cocina más popular.
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